GUERRA de SECESIÓN AMERICANA
REVOLUCIÓN MEXICANA
FILADELFIA SUEÑO AMERICANO de L.KOSSUTH
GUATEMALA
TERRANOVA
CANADA
SAN PEDRO Y MIGUELÓN
Comenzamos los paseos notafílicos de la parte septentrional del continente americano con los primeros vestigios de papel moneda que todavía se pueden encontrar, al menos documentados, o, ya con un poco más de suerte, en "versión original" para su adquisición y conservación como retazos de historia.
Nos trasladamos en el tiempo a la Guerra de Secesión norteamericana.
La segunda mitad del siglo XIX en Estados Unidos fue una etapa de gran desarrollo económico, motivado principalmente por la unión entre los estados federados del Norte con el Sur por medio del ferrocarril.
Pero las grandes diferencias económicas y sociales entre los norteños y los sureños, unidas a la intención de abolir la esclavitud por los Estados del Norte, rechazada por los del Sur, cuyas economías dependían del trabajo del esclavo en las plantaciones de algodón y tabaco, provocaron la separación de los Estados del Sur, formando los Estados Confederados de América.
La Guerra de Secesión estalló en 1861 tras un ataque de los confederados al fuerte federal Fort Sumter en Carolina del Sur.
Los Estados que formaron parte de la Confederación fueron Alabama, Arkansas, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Florida, Georgia, Luisiana, Mississippi, Tennessee, Texas y Virginia,
Os presento unas reliquias de billetes (sin “maquillar”) que circularon en esa época de Pre, Guerra y Posguerra de Secesión Americana, entre 1855 y 1872.
¡Para mí no son billetes …son pedazos de historia! ¡Disfrutadlos!
En el México de los inicios del siglo XX, “mientras los ricos disfrutaban de una gran prosperidad, los pobres eran cada vez más pobres. La Revolución Mejicana fue hija
de una desigualdad social insostenible”.
Entre 1910 y 1920 México fue sacudido por una serie de luchas y revueltas conocidas como revolución mejicana, que intentaron transformar el sistema político y social creado por
Porfirio Díaz. La revolución mejicana, que contribuyó a formar el México contemporáneo, no tuvo un carácter homogéneo, sino que consistió en una serie de revoluciones y conflictos internos,
protagonizados por distintos jefes políticos y militares que se fueron sucediendo en el gobierno de la nación.
Nombres de todos los bandos: políticos “vitalicios”, nobles acomodados, líderes campesinos, generales revolucionarios, …se darían cita en esta etapa que marcó el devenir de México. En sus orígenes, las primeras tentativas revolucionarias, inspiradas por Francisco I. Madero, pretendían derrocar a Porfirio Díaz, que se había mantenido en el poder durante más de treinta años. Nombres y hombres como Abraham González, Pascual Orozco, Pancho Villa, Emiliano Zapata, León de la Barra, Pino Suárez, Félix Díaz, Bernardo Reyes, Victoriano Huerta, Venustiano Carranza, Adolfo de la Huerta … llenarían la historia de esta etapa, hasta llegar a Álvaro Obregón que apoyado en la Constitución de 1917 trató de conformar un Estado por encima de pugnas partidistas, englobando a dirigentes, obreros y campesinos y estableciendo las leyes sociales que estabilizaron la Revolución.
Los billetes que os presento como Miscelánea son emisiones de muy distintas procedencias, pero todos ellos de esta etapa revolucionaria.
Contemplemos los billetes de 5, 10 y 20 pesos de 1913 emitidos para Chihuahua por el American BankNote Company de Nueva York; los 25 centavos de 1915 del Estado de Sonora también impresos por el ABNC; el peso oro nacional de 1916 del Estado de Yucatán, los 2 pesos de 1916 del Gobierno Provisional ; los 10 centavos de 1913 de la Tesorería de la Federación de Guaymas –Sonora; el peso del Gobierno Provisional en Veracruz de 1915 editado por México Oficina del Gobierno y los 10 pesos de 1915 del Estado de Sinaloa impresos por Britton and Rey de San Francisco.
¡Caótica reunión de Historia y Arte con 100 años a sus espaldas! ¡Dignos de revisionar!
Dólares y forintos del sueño americano de Lajos Kossuth de 1852
Veremos la serie que se editó pero nunca lo fue, quedando para el anecdotario notafílico mundial. Estamos hablando de la serie de dólares y forintos del “iluminado” Luis Kossuth, emigrante americano expatriado de Hungría cuando fue ocupada por el Imperio Austriaco (austohúngaro).
El primer ministro revolucionario húngaro Luis Kossuth, político y patriota independentista que nunca comulgó con la Casa de Austria y que fue barrido de la escena por el Imperio Austrohúngaro en 1849, teniendo que emigrar a Estados Unidos, fue quien, en el año 1852, encargó la impresión de estos billetes, que estaban destinados a ser la moneda legal en la Hungría de sus exitosos planes, que nunca lo fueron contra el dominio austriaco, que se pierde en 1849 .. nunca pasó, y la mayoría de estos billetes fueron quemados. Muchas décadas más tarde fueron encontrados en un almacén en Nueva York y alguno ha llegado a mis manos.
Impresos en papel muy fino y a una sola cara (sin reverso) por la Toppan, Carpenter, Casilear &
Co. de Philadelphia y con valores de 1,2 y 5 forint y 1 dólar.
Presentan alegorías de la Justicia, la Libertad, el Arte, la Literatura, el Trabajo y el Comercio.
Dicen que fueron firmados a mano. Yo, particularmente, lo acepto para los ejemplares de dólar pero no para los de 1,2 o 5 forintos (sus firmas son “demasiado iguales”).
Sus tamaños: 192x100 mm el de 1 dólar, 185x80 mm para los de 1 y 2 forint y 192x100 para el de 5 forint.
¡Romántica y onírica historia para la Notafilia!
Ahora nos trasladaremos a América Central, al sur de Méjico. Recalamos en Guatemala, territorio ancestralmente una de las cunas de la cultura maya, colonizado por los españoles en 1523 hasta 1821, año en que declaró su independencia de España, pero fue anexado a Méjico por un corto periodo.
En 1823 fue parte de la República Centroamericana (constituida por Chiapas, El Salvador, Costa Rica, Honduras, Nicaragua y Guatemala) hasta 1839. En 1840 se desintegró esta unión, formando desde entonces los países que conocemos en la actualidad (excepto Chiapas que se reincorporó a Méjico).
Os muestro un gran billete (185x85 mm) con ya una gran historia a sus espaldas. Un peso del Banco Americano de Guatemala emitido por la American Banknote Co. de Nueva York en 1918.
Desde Norteamérica, Canadá, nos adentramos en la isla de Terranova (Newfoundland). Esta gran isla bañada por el Atlántico al nordeste del continente, junto a la península del Labrador, fue colonia británica por decisión propia a partir de 1860 y hasta 1949, año en que se convirtió en la provincia canadiense de Terranova y el Labrador.
Si nos remontamos atrás en el tiempo, debieron ser los vikingos islandeses quienes en el s. XI se asentaran ya en ese territorio (llamado Vinland en nórdico antiguo), ¡casi 500 años antes de que Colón “descubriera …” América!. Sería después, en el s.XVI cuando sir Humphrey Gilbert reclamase Terranova para la Reina Isabel I de Inglaterra, lo que debería considerar este territorio como la primera colonia del entonces futuro Imperio Británico. Ya en tiempos más cercanos, recordar que frente a las costas de Terranova naufragó el Trasatlántico más tristemente famoso del s.XX, el Titanic, a mediados de abril de 1912.
Os muestro un bonito y difícil dólar de Newfoundland de 1920, cuando era colonia británica.
En su anverso aparece el busto uniformado de Jorge V, rey del Reino Unido entre 1910 y 1936, y a la derecha la cabeza de un caribú (reno autóctono de esa fría región). Emitido en Sant John’s, la capital de Terranova, e impreso por la American Bank Note Co. de Ottawa lleva las firmas de Henry J. Brownrigg como Minister of Finance and Customs y manuscrita de Keating como Countersigned. Textos en inglés y nºs de serie serigrafiados en rojo.
Para el reverso nos muestran al centro el “Gran Sello de Terranova”. A la izquierda del Gran Sello una fragata de vapor en la tempestad y a la derecha un ancla apoyada en las rocas.
El Gran sello de Terranova nos muestra en su centro el dios Mercurio ofreciendo a Brittania la captura de un pescador junto a su barco, que le muestra las redes arrodillado. Bajo ellos el lema en latín HAEC TIBI DONA FERO “estos regalos te traigo”. Sobre su cabeza las armas reales, un león y un unicornio protegiendo el escudo del Reino Unido con la inscripción en francés antiguo HONI SOIT QUI MAL Y PENSE y la banda DIEU ET MON DROIT (“que el mal caiga sobre aquel que piensa mal” y “Dios y mi Derecho”, respectivamente), lema de la Orden de la Jarretera (“Orden of the Garter”, Orden de Caballería fundada en 1348 por el rey Eduardo III) y lema de la monarquía británica. Bordeando el sello circular una inscripción en latín relativa al rey Jorge V y al territorio de Newfoundland). Este sello fue adoptado cuando Terranova obtuvo el estatus de Dominio, en 1917.
¡Espero que os guste!
Nos trasladamos a Canadá, el segundo país más extenso del Mundo, bañado por tres océanos (Ártico, Pacífico y Atlántico), colonia primero francesa (desde el s. XV) y luego inglesa (a partir del s. XVIII), e independiente ya entrado el s. XX, aunque bajo la soberanía de la reina británica.
Notafílicamente hablando, sus billetarios han sido muy propensos a mostrarnos los retratos de los reyes británicos y sus consortes. De hecho, la serie de billetes que contemplamos fue dedicada al rey Jorge VI en 1937, siendo la primera edición en la que el billetario canadiense mostraría en sus anversos los dos idiomas oficiales del territorio, francés e inglés.
El siglo XX fue inaugurado por el billetario que nos mostraba al rey Jorge V y a la reina Mary. Sobre el primer tercio de siglo se coló una emisión de un billete con el retrato de su nieta (la actual reina Isabel II) a la edad de 8 años, en el billete de 20 dólares de Canadá de 1935. La lógica en la sucesión nos ofrecería, dos años más tarde, la serie de dólares de Canadá de 1937 con el retrato del rey Jorge VI (hijo de Jorge V y padre de Isabel II). El rey Jorge V acababa de morir un año antes.
Jorge VI reinó Gran Bretaña y sus colonias entre 1936 y 1952, siendo el último emperador de la India y el primer rey de la Commonwealth.
Contemplamos los ejemplares de 1 dólar, 2 dólares, 5 dólares, 10 dólares, 20 dólares y 50 dólares de 1937. Todos ellos nos muestran la imagen del rey Jorge VI presidiendo el anverso (cabeza y torso con uniforme de almirante). La imagen fue grabada por Robert Savage partiendo de un retrato fotográfico de Bertram Park. Será la primera edición de un billetario canadiense en la que en el anverso se introduzca el texto en bilingüe (francés a la derecha e inglés a la izquierda)
Esta serie nos ofrecerá en sus anversos unos grabados alegóricos clásicos y mitológicos, de impresión monocromática pero distinta en cada valor; así entre 1 y 50 dólares pasaremos en orden ascendente del verde al rojo amarronado, al azul, al gris púrpura, al verde oliva y al naranja. En cuanto a su numeración, se introdujo el método de control mediante series de letras en fracción seguidas de la numeración de siete dígitos, que posibilitaría grandes tiradas sin requerir del uso de numeraciones largas.
Los ejemplares de 1, 20 y 50 dólares fueron impresos por la Canadian Bank Note Company Ltd. (CNBC).
Los ejemplares de 2, 5 y 10 dólares fueron impresos por la British American Bank Note Company Ltd. (BABNC)
El billete de 1 dólar de Canadá de 1937, de tonalidad predominantemente verde, nos ofrece en el reverso una alegoría de la Agricultura, de Alonzo Foringer y grabada por Will Yung. Lleva las firmas de D. Gordon y G.F. Towers.
El billete de 2 dólares de Canadá de 1937, de tonalidad roja amarronada, nos muestra en su reverso la alegoría de la Cosecha y la Abundancia, de un grabado de Harry Dawson. Lleva las firmas de J.E. Coyne y G.F. Towers.
El billete de 5 dólares de Canadá de 1937, de tonalidad predominantemente azul, nos presenta en su reverso una alegoría de la Industria. Lleva las firmas de D. Gordon y G.F. Towers.
El billete de 10 dólares de Canadá de 1937, de tonalidad predominantemente gris púrpura, nos ofrece en el reverso la alegoría del Transporte a través de un Mercurio alado. Lleva las firmas de J.E. Coyne y G.F. Towers.
El billete de 20 dólares de Canadá de 1937, de tonalidad predominantemente verde oliva, nos muestra la alegoría de la Fertilidad. Lleva las firmas de J.E. Coyne y G.F. Towers.
El billete de 50 dólares de Canadá de 1937, de tonalidad predominantemente anaranjada, nos ofrece en su reverso la alegoría de la Modernidad y sus inventos. Lleva las firmas de D. Gordon y G.F. Towers.
Serían sustituidos por la serie de 1954, ya con el retrato de la reina Isabel II presidiendo la nueva serie (tras el fallecimiento de su padre en 1952).
De corte netamente americana, una ya muy buscada serie canadiense, …¡que espero os agrade!
Nos trasladamos hasta el lado americano del Atlántico Norte para recalar en un pequeño archipiélago vecino de Canadá, conocido como San Pedro y Miguelón. Son apenas ocho islas al sur de Terranova que forman parte de los Territorios de Ultramar de Francia. Su historia reciente situa a los portugueses desembarcando en las islas en los inicios del s. XVI, pero sería el gobierno francés quien se las anexó en el s. XVII cuando su pequeña población ser repartía entre indígenas canadienses y pescadores vascos y bretones. Las islas se poblarían y despoblarían, siendo foco de disputas entre ingleses y franceses, hasta que el Tratado de Paris en 1814 las devolvería a Francia. Fueron un puente de contrabando en los tiempos de la Ley Seca estadounidense, entre 1920 y 1933. Tras la 2ª Guerra Mundial decidieron pasar a ser Territorios del Ultramar de la República francesa.
Contemplaremos el peculiar billetario que circularía en sus islas en las décadas de los ’40 a ’60 del pasado siglo. Un artístico billetario que dio a conocer nobles, políticos y exploradores galos de los años dorados de las colonias, en los s. XVII y XVIII. Revisamos los ejemplares de San Pedro y Miguelón de 5 francos, 10 francos, 20 francos y 50 francos de 1950-60, así como las emisiones de 50 francos sobreimpreso 1 NF de 1960 y el ejemplar de 100 francos sobreimpreso 2NF de 1963.
Entre 1946 y 1955 la Caisse Centrale de la France d’Outre Mer emitió billetario para el archipiélago en francos. Fue a partir de 1960 cuando, coincidiendo con la llegada al poder en Francia de Charles de Gaulle (en 1958) y la instauración de la Quinta República (en 1960), se introdujo el “Nuevo franco o NF” cuyo cambio se estableció para esta colonia a 50 francos anteriores. En la revisión contemplaremos dos ejemplares con esta nueva monetización en forma de resello sobre el billete de valor anterior. Desde 1965 ya circularía solamente el franco francés, aunque el dólar canadiense sería aceptado igualmente. Actualmente tanto el euro como el dólar canadiense circulan con total aceptación en su territorio.
Sus anversos nos deleitan con una composiciones multicolores que nos presentan a famosos exploradores, políticos, navegantes o nobles de los siglos XVI y XVII presidiendo ejemplares con paisajes, cabañas y oriundos de las colonias tropicales de Ultramar, junto a galeones, carabelas y naos de época. Textos en francés con la firma de André Postel-Vinay como Le Directeur Général. Números de serie en tipografía negra y el nombre del territorio “SAINT PIERRE ET MIQUELON” repetido por duplicado tanto en anverso como en reverso.
Para los reversos mantienen los dibujos multicolores reproduciendo paisajes tropicales junto a habitantes indígenas y exuberante vegetación (composiciones algo desubicadas tratándose de unas islas del Atlántico Norte, pero que formaron parte de un billetario colonial muy repartido geográficamente).
Impresos por el Banque de France, los artistas responsables de estas magistrales viñetas fueron Georges André Klein, Paul Munier y William Fel, de la mano de los ilustradores Beltrand, Chapon, Broutin, Magd, Regnier y Armanelli.
El billete de 5 francos de San Pedro y Miguelón de 1950-60 nos ofrece en el anverso a Louis Antoine de Bougainville (1729-1811), explorador francés y almirante de la fragata “La Boudeuse”, que le acompaña en el grabado y que serviría en la guerra entre Francia y los estados de Norteamérica en el siglo XVIII. En el reverso una nativa con un colorista atuendo típico junto a frutas tropicales en un paisajes de palmerales, maizales, montañas y casa colonial.
El billete de 10 francos de San Pedro y Miguelón de 1950-60 nos muestra en el anverso a Jean Baptiste Colbert (1651-1690), marqués de Seignelay y Secretario de la Marina con el rey Luis XIV; completó el “Código Negro -Code Noir-” o decreto que definía las condiciones de exclavitud en el Imperio colonial francés, que sería aprobado por el rey francés en 1985. Completan la escena veleros surcando el mar cerca de la costa. Para el reverso una piragua en un lago entre exuberantes paisajes con arboles y frutas tropicales.
El billete de 20 francos de San Pedro y Miguelón de 1950-60 nos ofrece al anverso a Émile Gentil (1866-1914), líder militar francés y navegante que administraría diferentes colonias del África francesa. La composición se completa con una vista de un poblado africano de chozas y colonos negros. El reverso son ofrece dos hombres oriundos africanos en un entorno lacustre.
El billete de 50 francos de San Pedro y Miguelón de 1950-60 nos deleita en el anverso con Pierre Bélain d’Esnambuc (1585-1637) junto a un galeón surcando el océano. Pierre Bélain d’Esnambuc fue un navegante francés del s. XVI (1585-1637) que expandió la colonización francesa en los territorios del Caribe, estableciendo la primera colonia gala de América central en la isla de la Martinica en 1635, sufragado por el Cardenal Richelieu y para el rey Luis XIII. Le siguieron la Guyana francesa, Guadalupe, San Pedro y Miguelón, y varias de las Antillas (que compartiría con los ingleses). El reverso nos ofrece la imagen de una nativa semidesnuda apoyada en una lanza sobre un colorista escudo y delante de una cabaña.
El billete de 50 francos de San Pedro y Miguelón sobreimpreso 1NF de 1960 es una edición similar al anterior en la que se ha revalorizado con el contravalor de la nueva moneda “Nuevo Franco”, que queda expuesta con sobreimpresiones azules, de texto y número, en la zona circular blanca sobre la marca de agua. Este ejemplar rescata una emisión de la isla africana de La Reunión donde se ha tachado su procedencia mediante líneas horizontales sobre el texto de su ubicación primitiva.
El billete de 100 francos de San Pedro y Miguelón sobreimpreso 2NF de 1963 está presidido en su anverso por Bertrand-François Mahé (1699-1753), conde de La Bourdonnais y capitán de la Marina francesa que estuvo al servicio de los portugueses en Goa (India) y posteriormente gobernaría para la colonia las islas africanas de Mauricio y La Reunión. Le acompañan en la composición dos jóvenes nativas con frutas tropicales. Para el reverso un paisaje de montañas y palmeras y la cabeza y torso ladeado de una joven enjoyada.
Las marcas de agua en los valores pequeños son filigranas verticales de anclas y barcos. Para los valores mayores la cabeza ladeada de Ceres, diosa de la Agricultura, la Fecundidad y las Cosechas (el ejemplar de 50 francos) y la cabeza de una dama con gorro frigio (el ejemplar de 100 francos).
Artística muestra de un billetario colonial universal para un territorio algo “desubicado” en cuanto a sus grabados. ¡Espero que os guste!
Recalamos nuevamente en Canadá, el segundo país del Mundo por extensión, bañado por tres océanos (Ártico, Pacífico y Atlántico), que fuera colonia francesa (desde el s. XV), después inglesa (a partir del s. XVIII), y se constituyese independiente ya entrado el s. XX, aunque bajo la soberanía de la reina británica.
La reina británica Isabel II (Elizabeth Alexandra Mary), nacida en 1926, tomó la soberanía de la Mancomunidad de Naciones (Commonwealth) y de Gran Bretaña en 1952, al fallecer su padre el rey Jorge VI, aunque no sería coronada hasta 1953. En 2019, con 67 años en el trono, mantiene uno de los reinados más prolongados de la historia.
Anteriormente repasamos el billetario canadiense de 1937 y ya pudimos contemplar el culto al personaje plasmado en dicha serie donde nos mostraban al rey Jorge VI. Esta vez vamos a revisar la emisión siguiente, en la que el culto al personaje se traslada a su hija, la reina Isabel II. Sería en 1954 y nos depararía sorprendentes detalles para el anecdotario notafílico.
Contemplamos los billetes de Canadá de 1 dólar de 1954 (edición “Devil’s Hair” y edición corregida), de 2, 5, 10, 20 y 50 dólares de 1954 (edición corregida) y de 100 dólares de 1954 (edición “Devil’s Hair”). La serie está presidida por un retrato de la reina Isabel II de 1951 y es conocida por la serie “Canadian Landscape” ya que nos mostrará paisajes canadienses netos, sin actividad humana. También revisaremos una edición especial de 1 dólar de 1967 emitido para conmemorar el centenario de la creación de la Confederación canadiense (1867).
Los anversos nos ofrecen el retrato de la reina Isabel II, grabado por George Gundersen, partiendo de la foto de Yousuf Karsh (fotógrafo armenio afincado en Canadá). Es la primera vez que Isabel II aparecería retratada para la Notafilia ya como reina (anteriormente había aparecido de niña en un billete de 1935, también canadiense). Como fondo de anverso aparece en líneas blancas el escudo de armas de Canadá. Los textos se muestran en inglés y en francés. Su cromaticidad va en paralelo con los valores de la edición anterior (de 1937 con el rey Jorge VI), manteniendo la misma coloración para el mismo valor.
La foto original de Yousuf Karsh mostraba a la reina Isabel II a la edad de 25 años portando la Tiara “The Girls of Great Britain & Ireland”, creada por el joyero Garraf en 1893 y regalada a la reina Mary (su abuela) en su boda con el rey Jorge V, pero se eliminó para el grabado del billete. El retoque fue obra de la la firma Brigdens de Toronto y el grabado fue realizado por George Gundersen.
Los reversos nos van a mostrar paisajes canadienses sin personas, vistas netas de la naturaleza que esconden sus extensos y variopintos ecosistemas. Llanuras, bosques, montañas, costas, campos agrícolas, cuencas fluviales, … grabados del artista canadiense Charles Comfort en impresiones monocromáticas para cada valor.
El anecdotario notafílico viene de la mano de la primera emisión de esta serie, en 1954. Se trata del billete canadiense Devil´s Face Hair (Pelo Cara de Diablo) o “El billete de la controversia”. Ninguna moneda o billete oficial de cualquier Estado está exento de posibles errores en su creación. El caso que nos ocupa, los billetes canadienses de la edición de 1954, iba a dar fé de ello por unas imágenes ocultas accidentalmente en sus anversos.
En 1952 el Banco de Canadá contactó con George Gundersen del British American Bank Note para diseñar un billete con la foto de la Reina Isabel II. Gundersen basó su diseño en un retrato fotográfico de la Reina, sólo debió cambiarlo ligeramente para quitarle la corona y añadir algunos detalles a la parte superior de su cabello. Lo que inicialmente parecía sencillo acabó en una ilustración un poco diferente de la esperada. Todo parecía ir bien hasta que el gobierno puso el billete en circulación; entonces alguien se quejó ante el Banco de Canadá de que podía verse la cara del Diablo en el peinado de la Reina. Con mucho detalle se podía elucubrar sobre la imagen de un demonio con cuernos sonriendo e incrustado en el pelo la Reina, la forma demoníaca formada por los rizos de su peinado. ¡La conspiración estaba servida!
Por supuesto, esto alarmó al Banco, y en 1955 se modificó el diseño para no mostrar ese rostro diabólico sonriente. Se oscurecieron las partes más destacadas del cabello y del peinado y se eliminó todo parecido a ese ser tan temido.
Aunque algunos buscaron una explicación de la controversia, ésta sería atribuida a la casualidad.
El billete de 1 dólar de Canadá de 1954 nos muestra en su anverso a Isabel II con el peinado de la controversia “Devil’s Hair”. En su reverso vemos praderas del oeste canadiense. De color predominante verde, lleva las firmas de J.E. Coyne y G.F. Towers. Fue impreso por la CBNC (Canadian Bank Note Company Ltd.) de Ottawa.
El billete de 1 dólar de Canadá de 1954 (edición 1961-72) nos muestra en su anverso a Isabel II con el retrato modificado. En su reverso vemos praderas del oeste canadiense. De color predominante verde, lleva las firmas de J.R. Beattie y L. Rasminsky. Fue impreso por la BABNC (Bristish American Bank Note Company Ltd.) de Ottawa.
El billete de 1 dólar de Canadá de 1967, editado como conmemorativo del Centenario de la creación de la Confederación de Dominios Canadienses en 1867, se emitió sin nºs de serie. El anverso ofrece el mismo retrato que la edición modificada de 1954, junto al emblema definido para la efeméride, una figura geométrica estrellada con la fecha 1867-1967. El reverso cambia; no ofrece campos canadienses sino una vista del Edificio sede del Parlamento en Ottawa, tras su reconstrucción en 1916 después de un incendio que afectó significativamente a su edificio central.
El billete de 2 dólares de Canadá de 1954 (edición 1961-72) nos muestra a Isabel II en un anverso de cromaticidad rosácea. En su reverso vemos praderas de la zona de Quebec, al este canadiense. Lleva las firmas de J.R. Beattie y L. Rasminsky. Fue impreso por la BABNC (Bristish American Bank Note Company Ltd.) de Ottawa.
El billete de 5 dólares de Canadá de 1954 (edición 1961-72) muestra a Isabel II en un anverso de coloración azulada. Para el reverso nos ofrece un paisaje de un cauce fluvial al norte del país. Lleva las firmas de J.R. Beattie y L. Rasminsky y fue impreso por la CBNC (Canadian Bank Note Company Ltd.) de Ottawa.
El billete de 10 dólares de Canadá de 1954 (edición 1961-71) nos muestra en su anverso a Isabel II con el retrato modificado. En su reverso nos ofrecen un paisaje de las Montañas Rocosas canadienses, en las provincias de Alberta y Columbia. De color predominante púrpura, lleva las firmas de J.R. Beattie y L. Rasminsky. Fue impreso por la BABNC (Bristish American Bank Note Company Ltd.) de Ottawa.
El billete de 20 dólares de Canadá de 1954 (edición 1961-70) muestra a Isabel II en un anverso de coloración amarilla. En su reverso vemos un paisaje nevado de Laurentian Hills, territorio al este de Ontario. Lleva las firmas de J.R. Beattie y L. Rasminsky y fue impreso por la CBNC (Canadian Bank Note Company Ltd.) de Ottawa.
El billete de 50 dólares de Canadá de 1954 (edición 1961-72) muestra a Isabel II en un anverso de coloración anaranjada. En su reverso vemos un paisaje de la costa atlántica. Lleva las firmas de J.R. Beattie y L. Rasminsky y fue impreso por la CBNC (Canadian Bank Note Company Ltd.) de Ottawa.
El billete de 100 dólares de Canadá de 1954 nos muestra en su anverso a Isabel II con el peinado “Devil’s Hair”. En su reverso vemos el lago Okanagan y las laderas que lo rodean en la British Columbia, al oeste del país. De color predominante amarronado claro, lleva las firmas de J.E. Coyne y G.F. Towers. Fue impreso por la CBNC (Canadian Bank Note Company Ltd.) de Ottawa.
Finalizamos este paseo por los billetes canadienses con el retrato de Yousuf Karsh con la emisión conmemorativa de 2015. Esta edición para un billete de 20 dólares es una variación del billete de polímero emitido en 2012.
Este billete nos muestra a Isabel II en el anverso, en una imagen del grabador Jorge Peral (de la Canadian Bank Note Company) extraída de una foto de Ian Jones de 2009. Su diferencia respecto a la edición de 2012 está en la ventana transparente con los hologramas.
El billete conmemora que el 9 de septiembre de 2015, la reina Isabel II se convirtió en el soberano más antiguo de la era moderna de Canadá. En los hologramas de la ventana se ofrece el mismo retrato de la reina Isabel II de la serie de 1954, pero portando la tiara de su abuela, la reina Mary, sobre su cabeza. Debajo se holograma su “Royal Cypher” (monograma real) y la inscripción "Un reinado histórico” en francés (Un règne historique) y en inglés (A historic reign), sobre una guirnalda multicolor de hojas de arce.
Primer billetario completo de una reina que iba a dar la vuelta al mundo de viñeta en viñeta, …durante muchos años. ¡Espero que os gusten!